Archivo de 9, noviembre 2007

La Combustión Espontánea

Posted in [[Tema: Misterios]] on 9, noviembre 2007 by fallenlugosi

La combustión espontánea es el supuesto incendio del cuerpo de una persona sin una fuente de ignición externa fácilmente identificable. La combustión puede provocar simples quemaduras y ampollas en la piel, humos, o una incineración completa del cuerpo. Esta última es la forma más frecuentemente «reconocida» como combustión espontánea. Hay mucha especulación y controversia sobre la combustión espontánea. No es un suceso natural comprobado, pero muchas teorías han intentado explicar su existencia y cómo puede ocurrir. Las dos explicaciones más comúnmente ofrecidas para explicar las aparentes combustiones espontáneas son el fuego con efecto mecha y el provocado por la rara descarga estática, ninguno de los cuales es espontáneo. Aunque puede demostrarse físicamente que el cuerpo humano contiene suficiente energía almacenada en forma de grasa y otros tejidos para consumirse completamente, en circunstancias normales los cuerpos no sostendrán un fuego por sí mismos.

Hay muchas características que juntas distinguen una presunta combustión espontánea de otros tipos de fuego.

De hecho, es una combinación de todos o la mayoría de los siguientes factores en una muerte por fuego lo que lleva a proponer en primer lugar que se trató de una combustión espontánea.

  • El fuego parece haber sido generado espontáneamente sin ningún medio de una ignición observable.
  • El daño del fuego suele estar localizado en el cuerpo de la víctima. Los muebles y electrodomésticos cercanos a la víctima suelen quedar intactos. Los alrededores de la víctima sufren poco o ningún daño. Sin embargo, esto puede ser una distorsión del proceso de muestreo, dado que es posible que en otros casos el fuego se extienda y provoque una gran destrucción de los alrededores (especialmente domésticos).
  • El cuerpo de la víctima suele quedar mucho más quemado que en un incendio convencional. Las quemaduras, sin embargo, no se distribuyen uniformemente por todo el cuerpo. El torso completo y los brazos de la víctima suelen quedar reducidos a ceniza, mientras la cabeza a veces sobrevive como un cráneo desnudo y las extremidades inferiores quedan típicamente intactas.
  • La mayoría de los presuntos casos de combustión espontánea han ocurrido bajo techo. De nuevo, esto puede ser una distorsión del proceso de muestreo.
  • La temperatura de incineración en los casos de presunta combustión espontánea es aparentemente mucho más alta que las alcanzadas en crematorios comerciales alimentados por fuel.
  • Debido a la alta temperatura pero naturaleza localizada del fuego, la exposición al aire caliente puede dañar objetos situados en alto sobre el fuego.
  • Aparentemente las víctimas pueden ser tanto hombres como mujeres.
  • En la inmensa mayoría de los presuntos casos, la víctima es anciana.
  • Los testimonios oculares del proceso real de combustión son raros, tendiendo a crear suspicacia o incluso confusión sobre supuestos casos de combustión espontánea. Sin embargo, Heymer ha conjeturado que la recurrente circunstancia de soledad, o soledad real en presuntas víctimas de combustión espontánea puede ser significativa. La razón de la rareza de los testimonios oculares puede, en su opinión, deberse precisamente a que la combustión espontánea le ocurre a la gente cuando están solas.

Algunas muertes por presunta combustión espontánea

  • Robert Francis Bailey
  • Dr. John Irving Bentley
  • Alan J. Hinkle
  • George I. Mott
  • Mary Hardy Reeser (alias La Mujer Ceniza)
  • Jeannie Saffin
  • Henry Thomas
  • Anne Gertrude Web

Algunos supervivientes de presunta combustión espontánea

Cierto número de personas ha informado que sufrió graves quemaduras en su cuerpo sin causa aparente. Si no se debe al presunto fenónemo conocido como combustión espontánea, entonces sería un suceso estrechamente relacionado.

Algunas de estas personas son:

  • Jack Angel
  • Wilfred Gowthorpe

Controversia histórica sobre la combustión espontánea

La idea de que un cuerpo humano puede arder en llamas sin una fuente externa de combustión no está aceptada por la ciencia establecida. No se trata de un debate nuevo, sino que tiene varios siglos de antigüedad, y aún se mantiene.

Explicaciones e hipótesis

A día de hoy las opiniones sobre la combustión espontánea siguen divididas. Como con cualquier aparente fenómeno paranormal, hay cierto número de teorías que intentan explicar cómo ocurre la combustión espontánea. Dichas teorías pueden clasificarse en dos amplios grupos, que podríamos llamar de mala identificación y de combustión espontánea.

Hipótesis general de mala identificación

Esta hipótesis afirma que todos los casos de presunta combustión espontánea son simples fuegos normales en los que la causa no ha sido identificada. Esto no excluye necesariamente el efecto mecha ni la descarga estática.

Un caso histórico influyente de mala identificación es el de la condesa Gorlitz. En 1847, el conde Gorlitz llegó a casa (vivía en la región de Darmstadt) y no pudo encontrar a su esposa. Cuando se forzó la puerta de su habitación privada se halló su cuerpo parcialmente incinerado. La habitación había sufrido daños por el fuego y estaba desordenada, con una puerta y las ventanas rotas. También se halló que el escritorio se había quemado y su espejo se había roto. Las velas de la habitación también se habían fundido. Surgió la cuestión de si esta muerte (en una habitación aparentemente cerrada) había sido provocada por la combustión espontánea.

Tres años después un hombre llamado Stauff, antiguo sirviente de la condesa, fue acusado de su asesinato. Fue arrestado, juzgado y condenado. Stauff confesó que había ido a la habitación de la condesa y que al ver joyas y dinero allí sintió tentaciones. La condesa regresó inesperadamente y le sorprendió con las manos en la masa. En la subsiguiente pelea, Stauff la estranguló. Para encubrir su crimen, amontonó objetos combustibles sobre el escritorio y les prendió fuego. Su intención fue destruir toda la habitación.

Éste es un caso claro de un asesino intentando borrar sus huellas, pero la hipótesis de mala identificación no propone una única causa para las presuntas combustiones espontáneas. En lugar de ello, la teoría sostiene que cierto número de casos de incendios sin resolver han forjado el mito predominante de la combustión espontánea.

En tiempos modernos, Beard y Drysdale citan el siguiente ejemplo de mala identificación:

«Un hombre anónimo dejaba su lugar de trabajo (presumiblemente un garaje o similar, por razones que quedarán claras inmediatamente) cuando encendió un cigarrillo y quedó inmediatamente envuelto en llamas. Resultó que la víctima había tenido la costumbre de usar aire comprimido para limpiar sus ropas de restos de basura. En esa ocasión la víctima había usado accidentalmente oxígeno puro, incrementando temporalmente (pero enormemente) la inflamabilidad de su ropa.»

Dentro de la hipótesis de mala identificación hay dos corrientes de opinión principales, que no se excluyen mutuamente. Suele aludirse a ellas como las teorías del efecto mecha y de la descarga estática.

El efecto mecha

El efecto mecha es un fenómeno demostrado que puede ocurrir bajo ciertas condiciones, ha sido observado minuciosamente y reproduce totalmente las características de las supuestas combustiones espontáneas. Consiste en una combustión lenta en la que una persona resulta quemada por su propia grasa tras haber sido prendida, accidentalmente o de otra forma. Un cuerpo humano vestido o sobre un material poroso se comporta como una vela vuelta del revés: la fuente de combustible (grasa humana) está dentro y la mecha está fuera (las ropas de la víctima y una base porosa: una alfombra o moqueta, la cama, hojas secas, etc). Se produce así un suministro constante de combustible, a medida que la grasa que se derrite empapa las ropas de la víctima y el medio poroso. La grasa contiene una gran cantidad de energía debido a la presencia en ella de largas cadenas de hidrocarbonos.

El Dr. JD DeHaan del Instituto Criminalista de California, un experto forense en incendios y autoridad sobre el efecto mecha, ha estudiado, explicado y reproducido el efecto con éxito y divulgado sus experimentos en documentales para la BBC y National Geographic Channel. El interés de DeHaan por el fenómeno surgió al hallar en su trabajo forense el primer caso documentado en progreso de combustión humana por efecto mecha (un intento criminal de incineración del cuerpo del delito en una zona boscosa cuyo suelo vegetal actuó de «mecha»).

En el caso de Henry Thomas, Heymer publicó en la revista New Scientist una descripción de la escena y sus propias preguntas sobre lo que sospechaba que era un caso de combustión espontánea. En el siguiente número de la misma se publicó una refutación a cargo de David J.X. Halliday, de la Unidad de Investigación de Incendios de la Fuerza de Policía Metropolitana, afirmando entre otras cosas:

«Este proceso, que yo prefiero llamar combustión prolongada, suele alimentarse de la grasa que el fuego extrae del cuerpo. No es coincidencia que en muchos de los casos esta unidad haya encontrado que la víctima era obesa, y que siempre pasa mucho tiempo hasta que se descubra el fuego.»
«La verdad es que los ejemplos de combustión prolongada son raros, pero esto no debería ser considerado como prueba de que una fuente de ignición inusual está involucrada. De hecho, todos los casos investigados por esa unidad han sido resueltos a gusto de los jueces sin recurrir a la excusa de la combustión «espontánea».»

La hipótesis del fuego por descarga estática

Esta hipótesis afirma que bajo ciertas circunstancias la electricidad estática sube hasta niveles tan peligrosos en el cuerpo humano que una descarga en forma de chispa puede prender las ropas.

Un shock eléctrico estático perceptible creado al realizar ciertas actividades mide típicamente 3.000 voltios. La carga eléctrica puede subir a niveles muchos más altos dependiendo de otras condiciones tales como la humedad. Caminar por una alfombra puede crear una diferencia de potencial de 1.500 a 35.000 voltios.

Las descargas de electricidad estática pueden prender los gases de hidrocarburos en las gasolineras, y son una de las posibles causas de explosiones en las mismas que popular pero erróneamente se creen causadas por las radiaciones de los teléfonos móviles. El 70% de estos sucesos ocurren en un clima frío y seco, que favorece la carga de electricidad estática.

El fenómeno de enormes cargas estáticas en cuerpos humanos fue advertido por primera vez por el profesor Robin Beach del Instituto Politécnico de Brooklyn. El profesor Beach creía que alguna gente podía llegar a acumular la suficiente carga estática como para prender materiales inflamables al contacto con su cuerpo. Aunque propuso esto como una posible causa para los casos de combustión espontánea, Beach no creía que hubiera una relación con la presunta combustión espontánea genuina, puesto que ninguna forma conocida de descarga electrostática podría hacer que los tejidos de cuerpo humano ardiesen. Sí creía que una descarga estática lo suficientemente fuerte podía provocar la ignición de polvo o pelusa en la ropa.

John E. Heymer da en su libro The Entrancing Flame dos ejemplos de supervivientes de descargas estáticas potencialmente fatales, ambos con testimonios oculares. Los testimonios aparecen como declaraciones escritas y firmadas, omitiendo algunos detalles para preservar la intimidad de los testigos. Dichos casos son:

  • Debbie Clark, quien en septiembre de 1985 observó que ráfagas de luz azul emanaban ocasionalmente de su cuerpo.
  • Susan Motteshead, quien en el invierno de 1980 sufrió un incendio espontáneo de sus ropas, según el testimonio de su hija.

Conjeturas sobre la combustión espontánea

Los partidarios de la combustión espontánea mantienen que la causa de la misma no es ninguna de las expuestas anteriormente, sino que es un fenómeno discreto y genuino en el cual la carne del cuerpo humano se incendia sin ninguna causa externa.

El grupo de teorías de la combustión espontánea se divide en dos: las sobrenaturales y las no-sobrenaturales.

Los partidarios de las teorías sobrenaturales creen que la causa de la combustión espontánea está casi seguramente más allá de la comprensión humana. Plantean varias conjeturas, que incluyen polstergeists, ira divina, etcétera, las cuales no se considerarán por separado aquí.

Los partidarios de las teorías no sobrenaturales creen que la combustión espontánea es un fenómeno que actualmente es o será comprensible.

Prácticamente no existe consenso general entre los que defienden este tipo de conjeturas. Más aún, existe muy poco consenso entre los que defienden este tipo de posturas y los escépticos.

A continuación, se discute brevemente sobre algunos de estos defensores:

John E. Heymer y su libro The Entrancing Flame

Descrito por Joe Nickell como un «minero inglés convertido en guardia», John E. Heymer escribió en 1996 un libro titulado The Entrancing Flame (en inglés «La llama fascinante» o «La llama encantadora», que en realidad es un juego de palabras).

El libro se titula así por la conclusión deductiva a la que el autor ha llegado tras examinar varios casos: que las víctimas de combustión espontánea son personas solitarias que caen en trance inmediatamente antes de la incineración

Heymer sugiere que en estas personas con desequilibrios emocionales, un proceso psicosomático puede disparar una reacción en cadena liberando hidrógeno y oxígeno dentro del cuerpo, detonando una reacción en cadena de explosiones mitocondriales. Las teorías de Heymer han encontrado muy poco apoyo. A su vez, han llevado a confusión: Ian Simmons, en una crítica del libro The Entrancing Flame, criticó a Heymer de la siguiente manera: «Parece estar bajo la ilusión de que el hidrógeno y el oxígeno existen como gases en la mitocondria celular y por lo tanto vulnerables a la ignición, que de hecho, no es el caso.»[9]

Larry Arnold y el pyroton

Larry Arnold es un investigador privado, que ha dedicado una gran parte de su tiempo a la controversia de la combustión espontánea. Es el director de una organización llamada ParaScience International.

En su libro de 1995 sobre la combustión espontánea titulado Ablaze! (¡En llamas!) especula con la existencia de una partícula subatómica aún desconocida a la que se refiere como pyroton, que sería emitida en los rayos cósmicos. Normalmente esta partícula pasaría a través del cuerpo sin interactuar con él, como un neutrino, pero ocasionalmente, al colisionar con un núcleo celular podría desatar una reacción en cadena que destruye el cuerpo por completo.

Las reacciones frente a su teoría son casi unánimemente negativas.

En 1996, en un artículo de Fortean Times, Ian Simmons dijo: «No hay, sin embargo, ninguna evidencia para tal partícula e inventarla simplemente para explicar la combustión espontánea no es buen candidato para explicar el fenómeno.»

Uso en la ficción escrita

La combustión espontánea humana es ocasionalmente usada en las obras de ficción:

Uso en otra cultura popular

La combustión espontánea es también usada en películas y programas de televisión populares:

  • En dos episodios de la serie Buffy Cazavampiros mueren personas por combustión espontánea. 1×03 La bruja (Una animadora a causa de un hechizo realizado por una bruja que aspira a ser animadora.) y 6×07 Una vez más con sentimiento (En el que los habitantes de Sunnydale, debido a la invocación de un demonio, bailan y cantan y, posteriormente, arden de forma espontánea.)
  • En un episodio de la telecomedia de la BBC Enano Rojo titulado Confianza y paranoia se informa al protagonista, Dave Lister, de que un comandante anterior de Varsovia ardió espontáneamente. Dave se contagia entonces de un virus que materializa sus pensamientos inconscientes, lo que provoca que el comandante de Varsovia aparezca en la nave y luego explote.
  • Las letras de las canciones Pardon Me de la banda Incubus y 3 verses de Eminem hacen referencia a la combustión espontánea. La canción Fire of Unknown Origin de Blue Oyster Cult también se refiere a este fenómeno.
  • La serie de televisión Picket Fences incluyó un episodio en el que un personaje habitual moría de esta forma.
  • El experimento del efecto mecha fue reconstruido en el episodio Face Lift de la serie de televisión CSI, así como en el programa dramático japonés Investigator Mariko.
  • La película This Is Spinal Tap incluye varias referencias a la combustión espontánea humana, pues dos de los baterías de la banda ficticia «explotaron sobre el escenario», en palabras de la propia banda.
  • La película Combustión espontánea (1990) protagonizada por Brad Dourif hace referencia a muchos hechos que han sido advertidos en casos de combustión espontánea. Por razones relevantes para la trama, la causa del fenómeno se atribuye en la película a envenenamiento por radiación y a una droga que supuestamente contrarresta los efectos de la misma.
  • En el 2º episodio de la 3ª temporada de South Park, titulado Combustión espontánea, algunos de los vecinos de la ciudad mueren por combustión espontánea al contener en exceso sus pedos.
  • En la película Como Dios, Evan se prende fuego en el pelo mientras hace una noticia.
  • El presentador original de la serie de animación con plastilina de la MTV Celebrity Deathmatch, Stacey Cornbread, murió de esta forma.
  • En el episodio Death Defying de la serie de Showtime Dead Like Me, Daisy consigue un hombre que entonces muere de combustión espontánea.
  • En el episodio 12 de la 1ª temporada de Expediente X, titulado Fuego, el villano (¿un guerrillero del IRA?) tenía la habilidad de controlar su propia combustión espontánea y la usaba para cometer asesinatos, haciéndolos parecer accidentes con fuego inusuales pero naturales. Le llamaban un «asesino pirocinético» en lugar de referirse a la combustión espontánea. En la serie se investigaron posibles casos de combustión espontánea en al menos otros dos episodios, sugieriendo Mulder en uno dicho fenómeno, lo que Scully desdeña. En otro es Scully quien propone una posible combustión espontánea, desdeñándolo esta vez Mulder, respondiendo Scully que hay registrados casos sin explicar altamente documentados. (Ambas investigaciones terminan demostrando que las muertes fueron causadas por otros medios.)
  • La canción The Truth Of Spontaneous Human Combustion de Busdriver contiene un fragmento de un programa de televisión del Discovery Channel discutiendo los efectos de la combustión espontánea.
  • En una tira de Calvin y Hobbes, Calvin le pregunta a su padre si la gente puede arder espontáneamente.
  • En el juego de RPG Parasite Eve de Squaresoft, todo comienza en un teatro donde todos los espectadores, exceptuando a Aya, la protagonista, y a Eve, la cantante, mueren de combustión espontánea. Luego todo indica que Eve y Aya tenían mitocondrias especiales con la capacidad de dar órdenes a las mitocondrias normales, ordenándoles que quemarse.
  • En el 10º capítulo de la 3ª temporada de Padre de Familia, Peter Griffin arde en una combustión espontánea en la imaginación de Stewie.

La Tierra hueca

Posted in Planeta Tierra, [[Tema: Astronomía]], [[Tema: Misterios]] on 9, noviembre 2007 by fallenlugosi

A principios de 1970, la Administración del Servicio de Ciencia del Medio Ambiente (ESSA), perteneciente al Departamento de Comercio de los Estados Unidos, proporcionó a la prensa unas fotografías del Polo Norte tomadas por el satélite ESSA-7 el 23 de noviembre de 1968. Una de las fotografías mostraba el Polo Norte cubierto por la acostumbrada capa de nubes; la otra, que mostraba la misma zona sin nubes, revelaba un inmenso agujero donde hubiera debido estar el Polo. El ESSA estaba lejos de sospechar que sus fotos rutinarias de reconocimiento atmosférico iban a contribuir a despertar una de las controversias más sensacionales y célebres de la historia de los OVNIS.

En el número de junio de 1970 de la revista Flying Saucers, el editor y ufólogo Ray Palmer reprodujo las fotos del satélite ESSA-7 junto con un artículo en el que manifestaba que el agujero de la foto era real.

Durante mucho tiempo, Ray Palmer y otros ufólogos habían creído que la Tierra es hueca, y que los OVNIS provienen y retornan a una civilización de seres superiores que está oculta en su interior inexplorado. En 1970, gracias al apoyo de una fotografía en que aparecía el enorme agujero del Polo Norte, Palmer pudo por fin asegurar que la super-raza subterránea existía y probablemente se podía llegar hasta ella a través de los agujeros de los polos Norte y Sur.

En los números siguientes de Flying Saucers apoyó su teoría resucitando otra antigua controversia sobre la «Tierra hueca»: la de las famosas expediciones del vicealmirante Richard E. Byrd a los polos Norte y Sur.

El primer testigo
El vicealmirante Richard E. Byrd de la US Navy fue un distinguido aviador pionero y explorador polar que sobrevoló el Polo Norte el 9 de mayo de 1926 y dirigió numerosas expediciones a la Antártida, incluyendo un vuelo sobre el Polo Sur el 29 de noviembre de 1929. Entre 1946 y 1947, llevó a cabo la operación a gran escala llamada «High Jump» (Salto Alto), durante la cual descubrió y cartografió 1.390.000 km2 de territorio antártico.

Las famosas expediciones de Byrd entraron por vez primera en la controversia de la Tierra hueca cuando varios artículos y libros -especialmente Worlds beyond the Poles (Mundos más allá de los Polos), de Amadeo Giannini- pretendieron que Byrd había en realidad volado no por encima del Polo, sino hacia dentro de los grandes agujeros que llevan al interior de la Tierra. Ray Palmer, basándose principalmente en el libro de Giannini, introdujo esta teoría en el número de diciembre de 1959 de su revista y, a raíz de ello, mantuvo una voluminosa correspondencia al respecto.

Según Giannini y Palmer, el vicealmirante Byrd anunció en febrero de 1947, antes de un supuesto viaje de 2.750 km. a través del Polo Norte: «Me gustaría ver la tierra más allá del Polo. Esa área más allá del Polo es el centro del Gran Enigma.» Giannini y Palmer decían también que, durante su supuesto vuelo sobre el Polo Norte en 1947, el vicealmirante Byrd comunicó por radio que veía debajo de él, no nieve, sino áreas de tierra con montañas, bosques, vegetación, lagos y ríos y, entre la maleza, un extraño animal que parecía un mamut. También, siempre según Giannini y Palmer, en enero de 1956, después de dirigir otra expedición a la Antártida, el vicealmirante Byrd había manifestado que su expedición había explorado 3.700 km. más allá del Polo Sur y, además, justo antes de su muerte, Byrd había dicho de la tierra más allá del Polo que era «un continente encantado en el cielo, tierra de misterio permanente». Esa tierra, según otras teorías, era la legendaria Ciudad del Arco Iris, cuna de una fabulosa civilización perdida.

Para Giannini y Palmer, los comentarios atribuidos al vicealmirante Byrd no hacían más que confirmar lo que ellos habían sospechado siempre: que la Tierra tiene una forma «extraña» en los Polos, algo parecido a un «donut», con una depresión que, o bien se hunde muchos kilómetros en las entrañas de la Tierra, o forma un agujero gigante que pasa a través del eje de la Tierra, de un polo a otro.

Dado que, por razones geográficas, es imposible volar 2.750 km. Más allá del Polo Norte o 3.700 km. Más allá del Polo Sur sin ver agua, es lógico pensar que el vicealmirante Byrd debe haber volado hacia dentro de las enormes cavidades convexas de los polos, dentro del Gran Enigma del interior de la Tierra y que, si hubiera seguido adelante, habría llegado a la base secreta de los OVNIS que pertenecen a la super-raza oculta, quizás la legendaria Ciudad del Arco Iris que Byrd habría visto reflejada en el cielo.

La posibilidad de que la Tierra sea hueca, de que se pueda entrar en ella a través de los polos Norte y Sur, y de que civilizaciones secretas florezcan en su interior, ha espoleado las imaginaciones desde tiempo inmemorial. Así, el héroe babilonio Gilgamesh visitó a su antepasado Utnapishtim en las entrañas de la Tierra; en la mitología griega, Orfeo trata de rescatar a Eurídice del infierno subterráneo; se decía que los faraones de Egipto se comunicaban con el mundo inferior, al cual accedían a través de túneles secretos ocultos en las pirámides; y los budistas creían (y creen todavía) que millones de personas viven en Agharta, un paraíso subterráneo gobernado por el rey del mundo.

El mundo científico no fue inmune a esta teoría: Leonard Euler, un genio matemático del siglo XVIII dedujo que la Tierra era hueca, que contenía un sol central y que estaba habitada; y el doctor Edmund Halley, descubridor del cometa Halley y astrónomo real de Inglaterra en el siglo XVIII también creía que la Tierra era hueca y albergaba en su interior tres plantas. Ninguna de estas teorías estaba sustentada científicamente, pero alternaban con varias obras de ficción sobre el mismo tema, las más importantes de las cuales eran Las Aventuras de Arthur Gordon Pym, de Edgar Allan Poe (1833), en la cual el héroe y su compañero tienen un terrorífico encuentro con seres del interior de la Tierra; y el Viaje al centro de la Tierra de Julio Verne (1864), en la cual un profesor aventurero, su sobrino y un guía penetran en el interior de la Tierra a través de un volcán extinguido en Islandia, y encuentran nuevos cielos, mares y reptiles gigantescos y prehistóricos que pululan en los bosques.

La creencia en una Tierra hueca estaba tan extendida que incluso Edgar Rice Burroughs, el célebre autor de Tarzán, se sintió obligado a escribir Tarzán en las entrañas de la Tierra (1929), en el que el famoso hijo de la selva va a Pellucidar, un mundo que se encuentra en la superficie interior de la Tierra y que está alumbrado por un sol central. La sombra más allá del tiempo (1936) de H.P. Lovecraft transportó el tema a la época actual describiendo una raza antigua y subterránea que dominó la Tierra hace 150 millones de años y que, desde entonces, en el refugio de la Tierra interior, ha inventado aviones y vehículos atómicos, y domina el viaje en el tiempo y la percepción extrasensorial.

Estas y otras obras de ficción mantuvieron vivo el interés por la posibilidad de que la Tierra fuera hueca y de que escondiera otras civilizaciones. Así, cuando se avistaron los primeros 0VNIS en Estados Unidos en 1947 y la «ufomanía» azotó el país primero y el mundo después, surgieron dos teorías para explicarlos. Los OVNIS debían ser o bien naves extraterrestres de alguna galaxia lejana, o pertenecían a seres avanzadísimos que habitaban en el interior de la Tierra. Estas teorías llevaron a recuperar las leyendas de las civilizaciones «perdidas» de la Atlántida y de Thule, en la creencia de que esta última se hallaba en el Ártico (no se debe confundir con Dundas, antes Thule, el enclave esquimal en Groenlandia, que es hoy una base aérea de los Estados Unidos y centro de comunicaciones). No obstante, se creía también que otra posible fuente de procedencia de los 0VNIS se hablaba en la Antártida. Esta teoría surgió a raíz de la publicación del convincente libro de John G. Fuller, El viaje interrumpido (1966), en el que el autor relata la historia de Betty y Barney Hill, un matrimonio americano que, durante un tratamiento psiquiátrico debido a un inexplicable periodo de amnesia, recordó bajo hipnósis que habían sido raptados por extraterrestres, examinados en el interior de un platillo volador e informados de que los extraterrestres tenían bases en toda la Tierra, algunas en el fondo del mar y al menos una en la Antártida.

De este modo, cuando Ray Palmer publicó su controvertida teoría en 1970, los ufólogos y creyentes en la Tierra hueca quedaron a la expectativa. ¿Se trataba de las pruebas concluyentes?

Pero los argumentos que Palmer aducía se revelaron extremadamente endebles. Todas las investigaciones llevadas a cabo desde entonces no han logrado confirmar ninguna de las afirmaciones atribuidas por Giannini y Palmer al vicealmirante Byrd; ni siquiera se ha confirmado su vuelo sobre el Polo Norte en febrero de 1947 (lo cierto es que Byrd sobrevoló el Polo Sur en esa fecha, en el transcurso de la operación High Jump). Incluso suponiendo que Byrd hiciera dichos comentarios, es más lógico creer que «la tierra más allá del Polo» y el «Gran Enigma» son formas de aludir a las regiones aún inexploradas, más que a continentes escondidos en el interior de la Tierra, y que el «continente encantado en el cielo» era únicamente una descripción de un fenómeno corriente en las latitudes antárticas: una especie de espejismo que trae el reflejo de tierras lejanas.

A pesar de que se ha demostrado la inexactitud del pretendido viaje de Byrd al Polo Norte, hay algunas personas que afirman haber visto un noticiario sobre dicha expedición al Polo Norte, en el que se veían «sus montañas, árboles, ríos y un gran animal identificado como un mamut». Una mujer escribió a Ray Palmer acerca de este noticiario, asegurando que lo había visto en White Plains, New York, en 1929. Sin embargo, este documental no está registrado en ningún archivo. ¿Se trata quizá de una artimaña del Gobierno de los Estados Unidos? ¿O quizá esa película no existió nunca? Es curioso cómo algunas personas creen «recordar» de buena fe una película que con casi total certeza nunca ha existido -al parecer, muchos de nuestros primeros recuerdos son «inventados», y proceden de cosas que nos han contado luego o que hemos imaginado.

Según Byrd, y de acuerdo con su diario:
«Hemos sobrevolado en total unos 25.900 km2 de la Tierra más allá del Polo. Como era de esperar, aunque resulta decepcionante decirlo, no se observaba ninguna característica importante más allá del Polo. Sólo el inmenso desierto blanco que cubría el horizonte.» Asimismo, la leyenda sobre la Ciudad del Arco Iris puede derivar de una mala interpretación de las palabras de Byrd: Podía haberse llamado la Avenida de los Arco Iris Helados. Al este y al Oeste se alzaban grandes montañas. Algunas no estaban cubiertas por el hielo; eran negras como el carbón o de un rojo ladrillo. Otras estaban cubiertas de hielo por completo. Estas parecían cataratas gigantescas. Allí donde el sol tocaba sus picos y laderas, la luz se reflejaba en toda una gama de colores. Había una mezcla de azules, púrpuras y verdes tal como pocas veces ha visto el hombre.

Ateniéndonos a las palabras de Byrd, podemos observar que no vio tierras verdes y frondosas ni mamuts más allá del Polo Sur; la cifra de 2.750 km. Es errónea o exagerada; la Ciudad del Arco Iris no tiene otra realidad que lo que Byrd describió como Arco Iris Helados, un simple fenómeno atmosférico.

No obstante, ¿podría ser hueca la Tierra? De nuevo, la respuesta ha de ser negativa. Al contrario de lo que sucedía con los primeros teóricos de la Tierra hueca, las propiedades físicas y la estructura del interior de la Tierra pueden medirse hoy exactamente con sismógrafos y computadoras electrónicas. Lejos de ser hueca, la Tierra está compuesta de cuatro capas principales: la corteza, el manto, el núcleo y el nucléolo. La corteza de granito y roca basáltica tiene un grosor de 30 a 40 km. (mucho más delgada en las fosas oceánicas). Debajo de la corteza está el manto, que se extiende hacia abajo durante 2 900 km., y es sólida y compuesta de silicatos de magnesio, hierro, calcio y aluminio. Y debajo de esto está el núcleo, que se cree debe estar compuesto principalmente de hierro en estado de fusión. Finalmente, a una profundidad de unos 5.090 km. está el nucléolo, que es posible que sea sólido como resultado de la congelación del hierro bajo la extraordinaria presión de unas 3.200.000 atmósferas. Aunque muchos detalles no son más que hipótesis en espera de que los avances de la ciencia nos permitan confirmarlas.

El enigma de la foto satelital resuelto.
¿Y qué hay del enorme agujero que se podía observar en la fotografía de las regiones árticas? La explicación es ridículamente simple y se le podría haber ocurrido a cualquier niño inteligente que supiera algo sobre la rotación diaria de la Tierra. Por desgracia, los entusiastas de la teoría de la Tierra hueca tomaron dicha fotografía como «prueba» sin antes consultar con nadie mínimamente experto en el asunto.

La fotografía es un mosaico de imágenes de televisión tomadas por el satélite durante 24 horas, que muestran la Tierra desde diversos ángulos. Las imágenes fueron procesadas por una computadora y unidas de modo que formasen una vista total de la Tierra como si el observador se hallase en un punto directamente encima del Polo. Durante esas 24 horas, todos los puntos en las latitudes ecuatoriales y medias recibieron luz solar durante algún periodo de tiempo, y aparecen iluminados en la fotografía compuesta. Pero las regiones cercanas al Polo estaban en ese momento sumidas en la oscuridad permanente del invierno ártico. Por ello hay una área no iluminada en el centro de la foto.

Aún así. Según rumores, lo que sí han fotografiado los satélites han sido Ovnis entrando y saliendo de los polos. Como si en ellos existieran puertas. ¿A donde?